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Un colisionador gigante podría cambiar la ciencia para siempre

El CERN planea construir un colisionador de partículas que podría resolver grandes misterios del universo, pero científicos cuestionan el gasto descomunal que se realizará en su creación.

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Un colisionador gigante podría cambiar la ciencia para siempre

En el corazón de Europa, el CERN, el laboratorio líder en física de partículas, está planeando una de las mayores hazañas científicas de la historia: la construcción del Futuro Colisionador Circular (FCC). Este megaproyecto, que superaría en tamaño y capacidad al actual Gran Colisionador de Hadrones (LHC), buscaría desentrañar los misterios más profundos del universo, como la naturaleza de la materia oscura y las limitaciones del modelo estándar de la física.

Con un túnel de 91 kilómetros de circunferencia y un costo estimado de 30 000 millones de dólares, el FCC promete ser el instrumento más potente jamás construido para explorar las leyes fundamentales de la naturaleza.

Sin embargo, el ambicioso plan no está exento de controversias. Muchos científicos critican el proyecto por su elevado costo y el largo plazo que requiere para materializarse. Algunos argumentan que invertir en el FCC podría limitar el desarrollo de otras alternativas tecnológicas más rápidas y económicas, como los colisionadores lineales. Además, países como Alemania ya han expresado su reticencia a aumentar su contribución financiera, lo que pone en duda la viabilidad del proyecto. La comunidad científica está dividida entre quienes ven el FCC como una oportunidad única y quienes lo consideran un riesgo innecesario.

El FCC se desarrollaría en dos etapas. La primera, programada para 2045, incluiría una "fábrica de Higgs" que estudiaría en detalle el bosón de Higgs, una partícula clave para entender el universo. La segunda etapa, prevista para 2070, colisionaría protones a energías nunca antes alcanzadas, con la esperanza de descubrir nuevas partículas y fenómenos físicos. Aunque el proyecto cuenta con el respaldo de figuras como Fabiola Gianotti, directora general del CERN, muchos investigadores cuestionan si vale la pena comprometer décadas de recursos y esfuerzos en un proyecto cuyos resultados no están garantizados.

El debate no solo es científico, sino también político. El CERN, financiado por 24 países miembros y otros colaboradores internacionales, debe equilibrar las expectativas de sus patrocinadores con las necesidades de la comunidad científica. Mientras algunos defienden el FCC como una apuesta necesaria para mantener a Europa a la vanguardia de la física, otros proponen explorar tecnologías alternativas que podrían ofrecer resultados más rápidos y a menor costo. La decisión final, que se espera para diciembre de 2024, marcará el rumbo de la física de partículas en las próximas décadas.

Este proyecto no solo tiene implicaciones científicas, sino también culturales y económicas. El FCC podría consolidar el liderazgo del CERN en la investigación global, pero también plantea preguntas sobre la distribución de recursos y la priorización de proyectos científicos.