Descubren la existencia de diamantes en el manto de Mercurio
Científicos descubrieron que Mercurio alberga una capa de diamantes de hasta 18 kilómetros de grosor, desafiando las teorías previas sobre la formación de capas planetarias.
Un reciente estudio publicado en la revista Nature ha revelado un hallazgo sorprendente: Mercurio podría tener una capa de hasta 18 kilómetros de grosor compuesta por diamantes. Aunque estos minerales se encuentran a una profundidad de 300 kilómetros bajo la superficie, lo que hace imposible su extracción, el descubrimiento proporciona nuevos conocimientos sobre la formación de capas planetarias.
Las misiones MESSENGER y Mariner 10 de la NASA descubrieron que Mercurio tiene una gran cantidad de grafito en su superficie, lo que le da su característico color oscuro. Hasta ahora, se pensaba que el grafito se formaba a partir del carbono en el manto del planeta debido a la presión y temperatura, flotando posteriormente hacia la superficie por ser más ligero que otros elementos. Sin embargo, un estudio de 2019 indicó que el manto de Mercurio es 80 kilómetros más profundo de lo que se creía, lo que aumenta significativamente la presión y la temperatura, facilitando la cristalización del carbono en diamantes.
Yanhao Lin, del Centro de Investigación Avanzada de Ciencia y Tecnología de Alta Presión en Pekín, observó la alta concentración de carbono en Mercurio y sus posibles implicaciones. Incapaz de enviar un robot para confirmar la presencia de diamantes, Lin realizó experimentos en condiciones de laboratorio que simulan el interior del planeta. Utilizando prensas que aplicaron 70,000 pascales de presión y temperaturas de 1,970 grados Celsius, los resultados apoyaron la teoría de que los diamantes se habrían cristalizado en el núcleo interno de Mercurio, emergiendo posteriormente a la región entre el núcleo y el manto.
La extracción de estos diamantes es inviable debido a la profundidad y las condiciones extremas de temperatura en Mercurio, que varían entre -180ºC y 430ºC. No obstante, el estudio es un avance significativo en la comprensión de la formación de capas planetarias y sugiere que otros planetas terrestres podrían tener capas de diamantes similares. Este hallazgo abre nuevas posibilidades para la investigación planetaria y la geología comparativa.