Advierten sobre el impacto ambiental de la creciente basura espacial
La creciente acumulación de basura espacial amenaza con nuevas lluvias de meteoritos, potencialmente afectando la atmósfera y aumentando la contaminación orbital.
Recientemente, un grupo de investigadores ha alertado sobre un fenómeno inédito en el campo de la exploración espacial: la posible lluvia de meteoritos originada por desechos espaciales creados por el ser humano. Este descubrimiento surge a partir de una misión de la NASA que podría desencadenar una lluvia de escombros provenientes de una colisión intencional con un asteroide. Los científicos estiman que estos fragmentos podrían impactar tanto la Tierra como Marte en los próximos 10 a 30 años.
En septiembre de 2022, la NASA llevó a cabo la misión Prueba de Redirección Doble de Asteroides (DART), en la que estrelló deliberadamente una nave contra Dimorphos, una luna del asteroide Didymos. Esta prueba tenía como objetivo desarrollar una técnica para desviar asteroides potencialmente peligrosos. El impacto generó más de mil toneladas de rocas y polvo, que ahora podrían convertirse en meteoritos visibles en ambos planetas, creando lluvias de meteoritos que podrían durar hasta un siglo.
La gestión de la basura espacial es una preocupación creciente para la comunidad internacional, especialmente con el aumento en el número de lanzamientos y la proliferación de satélites comerciales. La NASA y otras agencias están trabajando en medidas para mitigar este problema, promoviendo un diseño que permita el desecho seguro de satélites al final de su vida útil.
Para comprender mejor el problema de la basura espacial, la siguiente lista muestra los principales componentes del desecho orbital y su impacto:
- Satélites: Aproximadamente el 24% de los objetos en órbita son satélites, aunque menos de un tercio de ellos están en funcionamiento activo.
- Etapas de cohetes y restos de misiones: Cerca del 11% de los objetos en órbita incluyen etapas de cohetes agotadas y otros residuos como adaptadores y cubiertas de lentes.
- Restos de explosiones: La Agencia Espacial Europea (ESA) estima que hay alrededor de 900,000 fragmentos pequeños en órbita, resultado de explosiones de restos de combustible y materiales inflamables.
- Partículas de óxido de aluminio y refrigerante: Estas pequeñas partículas son expulsadas por los motores de las misiones espaciales y contribuyen al problema de la basura espacial.
- Cables de cobre: Estos cables, que formaron parte de los experimentos de comunicación de las misiones Midas en los años 60, también están presentes en el espacio.
- Restos de erosión: Los objetos en órbita se desgastan y desprenden pequeñas piezas debido a la erosión, así como restos de material de la cobertura térmica de los satélites.
El potencial de lluvias de meteoritos originadas por desechos espaciales destaca la necesidad de una gestión más efectiva de los residuos en órbita. A medida que la actividad espacial continúa expandiéndose, es crucial que las innovaciones en tecnología espacial se acompañen de esfuerzos para asegurar que estos avances no agraven el problema de la basura espacial. La vigilancia y la regulación serán claves para proteger tanto la seguridad de las misiones espaciales como el medio ambiente espacial a largo plazo.