
El motor de hidrógeno que revoluciona el transporte sostenible
Un motor de hidrógeno desarrollado en Reino Unido reduce emisiones en un 99% y promete transformar el transporte pesado sin rediseños costosos.

En un mundo que busca desesperadamente soluciones para frenar el cambio climático, el hidrógeno emerge como una alternativa prometedora. Recientemente, científicos y empresas británicas han dado un paso revolucionario al desarrollar un motor de combustión interna que utiliza hidrógeno en lugar de combustibles fósiles. Este avance no solo reduce drásticamente las emisiones de carbono, sino que también produce agua como único residuo, marcando un hito en la industria del transporte.
El proyecto, bautizado como "Project Brunel", es liderado por la compañía Cummins en colaboración con varias firmas tecnológicas y cuenta con el respaldo del gobierno británico. Este motor de 6,7 litros, diseñado para camiones y autobuses, incorpora una tecnología de inyección de hidrógeno avanzada y recubrimientos especiales que mejoran su eficiencia y durabilidad. Como resultado, logra una reducción del 99% en emisiones de carbono y niveles mínimos de óxidos de nitrógeno (NOx), superando los estándares actuales.
Durante una presentación en las instalaciones de Cummins en Darlington, los responsables del proyecto destacaron su potencial para acelerar la transición energética. Jonathan Atkinson, director ejecutivo de estrategia de productos de Cummins, resaltó que esta innovación no solo es un avance técnico, sino también un ejemplo de cómo la colaboración entre sectores puede impulsar la descarbonización del transporte comercial.
Una de las mayores ventajas de esta tecnología es su facilidad de implementación en vehículos pesados sin requerir modificaciones significativas. Esto la convierte en una opción viable para sectores como el transporte, la construcción y la agricultura, donde las alternativas eléctricas aún enfrentan limitaciones técnicas y económicas. Además, Cummins ya está trabajando en una versión de 15 litros para aplicaciones más exigentes, lo que amplía su alcance.
Este avance coloca al Reino Unido a la vanguardia de la tecnología del hidrógeno, aunque no es el único país explorando esta vía. España, por ejemplo, ya había vislumbrado la posibilidad de motores de agua hace décadas, aunque en aquel momento parecía una quimera. Hoy, lo que antes parecía imposible se ha convertido en una realidad tangible, abriendo nuevas puertas para un futuro más sostenible.
