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Investigadores desarrollan “tercer pulgar” que amplía las capacidades humanas

La prótesis permite controlar un dedo extra, demostrando la capacidad del cerebro para adaptarse a nuevas extremidades y redefiniendo la interacción con el entorno.

Investigadores desarrollan “tercer pulgar” que amplía las capacidades humanas
Investigadores desarrollan “tercer pulgar” que amplía las capacidades humanas

Un grupo de investigadores liderado por Dani Clode y Tamar Makin ha revolucionado el campo de los implantes robóticos con el desarrollo de un “tercer pulgar” controlable, que ha captado considerable atención en las redes sociales. Esta prótesis podría cambiar radicalmente la manera en que los seres humanos interactúan con su entorno y su eficiencia en diversas tareas.

El proyecto, que se centra en cómo el cerebro humano se adapta al uso de un miembro adicional, ha sido detallado en la revista Science Robotics. La investigación demuestra que las personas pueden utilizar esta prótesis como si fuera un dedo más, ampliando significativamente su capacidad de manipulación. La Universidad de Cambridge y otros colaboradores han impulsado esta innovación, subrayando su potencial para mejorar la destreza en tareas manuales complejas y detalladas, desde soldadura hasta cirugías.

El tercer pulgar se controla a través de señales de Bluetooth que se activan mediante la presión del dedo gordo del pie, lo que permite un control intuitivo y sincronizado. Tamar Makin, profesora de neurociencia cognitiva, explicó que este diseño no solo busca reemplazar partes del cuerpo perdidas, sino también extender y mejorar las capacidades humanas. Durante la Exposición Científica de Verano de la Royal Society en 2022, casi seiscientas personas probaron la prótesis, con la mayoría logrando adaptarse rápidamente a su uso.

Los escaneos cerebrales por fMRI han mostrado que el cerebro puede adaptarse a la inclusión de esta nueva prótesis, lo que sugiere un potencial significativo para la augmentación prostética en el futuro. La investigación no solo ha revelado cómo el cerebro humano puede integrar una parte adicional del cuerpo, sino también cómo esta integración puede ser aprovechada en diversas aplicaciones profesionales y de asistencia.

El desarrollo del tercer pulgar abre un nuevo capítulo en la relación entre tecnología y biología humana, ofreciendo perspectivas emocionantes sobre cómo podemos superar las limitaciones físicas y mejorar nuestras capacidades naturales.