Canadá ampliará ley de eutanasia para incluir a personas con enfermedades mentales
El programa para asistencia médica se legalizó el 2016, y cinco años más tarde se amplió para incluir a personas con afecciones físicas graves y crónicas.
Canadá entra en polémica al tratar de expandir la ley sobre la eutanasia para incluir a personas con enfermedades mentales. En tanto, los profesionales del sector se cuestionan si la Ley de Asistencia Médica para Morir (MAID) avanza muy rápido.
La MAID llegó a Canadá mediante los tribunales. En 2015, la Corte Suprema dictaminó que prohibir el suicidio asistido privaba a los canadienses de su dignidad y autonomía. Asimismo, le dio un año de plazo al Parlamento para legislar sobre el asunto.
Ya en el 2016 se legalizó, estando disponible para adultos con enfermedades terminales. Ese mismo año, 1 000 personas fueron ayudadas a morir y desde entonces los siguientes años aumentó la tendencia. En 2021, la data registró 10 064 casos, que representan el 3,3% de todas las muertes en Canadá.
Además, en 2021, se modificó la ley para incluir a las personas con afecciones físicas graves y crónicas, incluso si esta afección no suponía un riesgo para la vida. Para el 2023, se espera que la legislación sobre el tema sufra de una nueva reforma para incluir a los que sufren de enfermedades mentales.
Esta ampliación ha causado polémica y ha generado preocupaciones de que sea demasiado fácil para personas vulnerables morir en Canadá. En ese sentido, los críticos incluyen a tres especialistas en derechos humanos de las Naciones Unidas, quienes escribieron al gobierno federal en 2021, advirtiendo que la reforma podría devaluar el valor de la vida de las personas con discapacidad, al sugerir que una discapacidad grave es peor que la muerte.
Por lo tanto, un conjunto de estudios sugiere que los ciudadanos canadienses han elegido en algunas ocasiones la muerte asistida, debido a su imposibilidad de pagar un hogar adecuado. Generando preocupaciones de que podría ser usado como una solución frente a problemas sociales como la pobreza, falta de vivienda o soledad extrema.
Desde la perspectiva del gobierno federal, la institución argumenta que la ley ampliada protege a los ciudadanos vulnerables y respeta la autonomía del paciente. Los solicitantes con afecciones graves e incurables, pero no letales, deben ser evaluados por dos médicos independientes y esperar 90 días antes de la aprobación.
Pero la inclusión de la salud mental ha generado un nuevo grupo de preocupaciones. El mes pasado, debido a las crecientes críticas, el gobierno canadiense anunció que aplazaría la decisión de incluir las enfermedades mentales para adicionar estudios sobre el tema.
"Queremos ser prudentes, queremos avanzar paso a paso, para no cometer errores", mencionó el Ministro de Justicia, David Lametti.
La controversia se centra en la "irremediabilidad" de una enfermedad mental. Para que
una persona sea autorizada para la eutanasia, su condición debe considerarse irreparable.
Por su parte, la Asociación Canadiense de Salud Mental se pronunció al determinar que "no es posible" considerar cuando un caso de enfermedad mental es incurable y se oponen firmemente a la normativa gubernamental.
Para finalizar, encuestas de opinión indican que los ciudadanos canadienses respaldan ampliamente el acceso a algún tipo de suicidio asistido.