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La sorprendente adaptación de los perros a la radiación en Chernóbil

Investigadores han descubierto las mutaciones genéticas en los perros de Chernóbil, revelando su adaptación a la radiación y abriendo nuevas posibilidades científicas

La sorprendente adaptación de los perros a la radiación en Chernóbil
La sorprendente adaptación de los perros a la radiación en Chernóbil

El desastre nuclear de Chernóbil, ocurrido en 1986, dejó profundas secuelas tanto en la población humana como en el ecosistema circundante. Sin embargo, un grupo de perros feráles ha logrado sobrevivir y prosperar en la zona de exclusión, un área altamente contaminada por radiación.

Este fenómeno ha despertado el interés de los científicos, quienes han descubierto que estos animales presentan mutaciones genéticas que podrían haber acelerado su evolución, permitiéndoles adaptarse mejor a las extremas condiciones del entorno radiactivo. Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Carolina del Sur y el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano revela que los perros más cercanos a la planta nuclear tienen diferencias genéticas notables en comparación con otros perros de zonas más distantes.

El hallazgo más sorprendente es que estas mutaciones genéticas podrían haber sido inducidas por la exposición prolongada a la radiación. A lo largo de su evolución en la zona, los perros de Chernobyl han desarrollado características particulares que les han permitido sobrevivir, incluso en un entorno donde la vida humana es imposible. Además, los científicos han identificado que muchos de estos perros tienen una similitud genética con los pastores alemanes, lo que sugiere que sus ancestros fueron perros domésticos de esa raza.

Los perros muestran variaciones en genes que controlan el sistema inmunológico, lo que sugiere una adaptación para lidiar con los altos niveles de radiación y la falta de recursos. Estas mutaciones no solo han mejorado su capacidad para sobrevivir en el entorno radiactivo, sino que también parecen haberles conferido una mayor resistencia a enfermedades que afectaban a otras especies en la zona.

Este estudio no solo amplía nuestra comprensión sobre la adaptación genética de los animales a condiciones extremas, sino que también podría tener implicaciones para futuras investigaciones sobre los efectos de la radiación, incluso en contextos como la exploración espacial, donde los astronautas están expuestos a altos niveles. de radiación.