Lula da Silva pide adelantar metas climáticas y erradicar el hambre en el G20

En la cumbre del G20 celebrada en Río de Janeiro, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, instó a las principales economías del mundo a adelantar sus objetivos de neutralidad de carbono de 2050 a 2040 o 2045. Su llamado fue acompañado de la propuesta de crear un Consejo del Cambio Climático en la ONU, que centralice esfuerzos globales para mejorar la gobernanza en materia ambiental. Lula destacó que sin acciones decisivas por parte de los países más ricos, estos carecerán de autoridad moral para exigir compromisos climáticos a las naciones en desarrollo.

En el marco del encuentro, Brasil lanzó la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, una iniciativa que ya suma a 82 países y busca erradicar estas problemáticas para 2030. La adhesión de Argentina, liderada por Javier Milei, marcó un momento destacado, pues era el único miembro del G20 que aún no formaba parte del proyecto. Además, 66 organizaciones internacionales, incluidas la Unión Europea y la Unión Africana, apoyan esta iniciativa que persigue liberar recursos financieros y replicar estrategias exitosas a nivel local.

Lula también subrayó los avances de Brasil en la lucha contra el cambio climático, como el compromiso en la COP29 de reducir las emisiones de carbono en un 67% para 2035, principalmente mediante la reducción de la deforestación. En su discurso, recordó que su país no tolerará delitos medioambientales y reafirmó la meta de erradicar la deforestación en la Amazonía para 2030, protegiendo al mayor bosque tropical del planeta.

El mandatario dejó claro que la voluntad política es el motor de estos cambios. Según su ministro de Desarrollo Social, Wellington Días, el costo para erradicar el hambre no es tan alto como se piensa, y experiencias previas demuestran que es una meta alcanzable. Lula insistió en la necesidad de mecanismos eficaces que aceleren la implementación del Acuerdo de París, criticando la lentitud actual de los avances globales.

Las propuestas de Lula en el G20 reafirman su liderazgo progresista y su apuesta por soluciones globales frente a los retos ambientales y sociales más urgentes. Sin embargo, la implementación requerirá una cooperación internacional sólida y un compromiso real de las economías más grandes para que estas ambiciosas metas se conviertan en realidad.