El Cartel de Sinaloa es uno de los principales distribuidores de fentanilo
Este cartel enfrenta una cacería implacable por parte de las autoridades y una feroz lucha interna entre sus facciones por el control del narcotráfico.
La reciente captura de Ismael "El Mayo" Zambada marca un duro golpe para el Cartel de Sinaloa, uno de los más poderosos de México. Esta organización ha resistido durante más de un año la ofensiva de las autoridades estadounidenses en su lucha contra el tráfico de fentanilo, junto con conflictos internos por el control territorial.
Fundado en los años ochenta en las montañas del Pacífico mexicano, el cartel se ha dividido en cuatro facciones principales. La de "El Mayo", ahora acéfala, es una de ellas. También están los "Chapitos", hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán; la facción liderada por Aureliano Guzmán, "El Guano"; y el Cartel de Caborca de Rafael Caro Quintero, actualmente manejado por sus familiares tras su detención en 2022.
Según la DEA, el Cartel de Sinaloa no tiene un líder único. En cambio, estas facciones cooperan independientemente, compartiendo recursos como rutas de contrabando y contactos corruptos, sin una jerarquía centralizada. Esta estructura ha permitido a los cabecillas operar con cierta autonomía, manteniendo el flujo del negocio ilícito.
El arresto de figuras clave como Iván Guzmán Salazar y Ovidio Guzmán López ha desestabilizado aún más al cartel. Estos enfrentan cargos graves, incluyendo tráfico de drogas y lavado de dinero. La captura de "El Mayo" y otros líderes genera reacomodos internos que reescriben constantemente el panorama criminal.
El poder dentro del cartel se disputa ferozmente, no solo entre sus propias facciones, sino también contra organizaciones rivales. La captura del jefe de seguridad de "El Guano" ilustra la presión constante sobre estos grupos, mientras que las alianzas fluctuantes cuestionan la estabilidad de su modelo operativo.
El Cartel de Sinaloa se encuentra en una encrucijada, enfrentando presiones externas y luchas internas que podrían redefinir su futuro. La guerra contra el fentanilo sigue siendo una prioridad para las autoridades, quienes han acusado a este cartel de ser uno de los principales responsables de la crisis de opioides en Estados Unidos. En este entorno cambiante, la estructura del cartel se verá obligada a adaptarse o enfrentar su posible desintegración.