Macron nombra primer ministro de Francia tras dos meses de bloqueo político
Michel Barnier, ex negociador del Brexit, asume como primer ministro con la tarea de formar un gobierno que unifique a las fuerzas políticas en una Francia fragmentada.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, nombró a Michel Barnier, ex negociador de la Unión Europea para el Brexit, como nuevo primer ministro. Esta decisión llega después de semanas de incertidumbre tras las elecciones anticipadas, que dejaron al país en una situación de bloqueo político.
Barnier, de 73 años, se convierte en el primer ministro más veterano en la historia moderna de Francia y tiene la misión de formar un gobierno que unifique las diversas fuerzas políticas del país. El nombramiento de Barnier se produce en un contexto de fragmentación política en la Asamblea Nacional. La coalición de izquierdas, que emergió como la mayor fuerza, no obtuvo los escaños necesarios para una mayoría absoluta, mientras que el partido de Macron y la extrema derecha también tienen presencia significativa en el Parlamento.
La líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, ha mostrado cautela ante el nombramiento de Barnier, esperando escuchar su discurso político antes de decidir si su partido lo apoyará o no. Sin embargo, la Agrupación Nacional, el partido de Le Pen, no parece inclinada a bloquear automáticamente a Barnier, lo que da al nuevo primer ministro cierta esperanza de estabilidad parlamentaria. Por otro lado, la izquierda, encabezada por Jean-Luc Mélenchon, ha criticado el nombramiento, argumentando que las elecciones fueron "robadas" a los franceses.
Macron ha estado bajo presión para resolver este vacío de poder, ya que debe presentar un proyecto de presupuesto antes del 1 de octubre, lo que añade urgencia a la formación del nuevo gobierno. El mandatario también busca mantener las reformas ya implementadas, como el aumento de la edad de jubilación, a pesar de las tensiones políticas actuales.
El nombramiento de Barnier como primer ministro supone un paso clave en el intento de Macron por estabilizar su gobierno tras la pérdida de la mayoría parlamentaria. Sin embargo, el éxito de su gestión dependerá de la capacidad de Barnier para construir puentes entre las diversas facciones políticas, en un momento en que Francia enfrenta importantes desafíos tanto internos como externos.