Estados Unidos y China lideran el gasto en defensa en 2022

El gasto militar de los países es una cuestión importante que ha generado debates a nivel mundial, ya que afecta la economía y el bienestar de la población. Aunque algunos argumentan que el gasto militar es necesario para garantizar la seguridad nacional, otros sostienen que este gasto es excesivo y podría destinarse a otros sectores con mayor necesidad, como la educación, salud y la infraestructura.

Por ello, gracias al Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo (SIPRI), el cual publicó esta semana nuevos datos que indican que el gasto militar mundial aumentó un 3.7% en 2022, alcanzando los USD2.24 billones. Este gasto equivale al 2.2% del PIB global. Según el instituto, el aumento del gasto militar se debió a la invasión de Ucrania y a las tensiones en Asia Oriental.

Tanto Rusia como Ucrania, los principales actores del conflicto en el este de Europa, experimentaron un aumento significativo en sus cifras de gasto militar. Por lo que, el gasto militar de Rusia aumentó un 9.2% en 2022, alcanzando los USD86 400 millones, lo que equivale al 4.1% del PIB del país.

Con respecto a Ucrania, este gastó USD44 000 millones en defensa, lo que representa el 34% de su PIB. Este último dato es relevante, ya que implica un aumento del 640% respecto a 2021, lo que supone el mayor incremento de gasto militar registrado en un solo año por los datos del SIPRI.

En términos de gasto en defensa, Estados Unidos mantuvo su posición dominante en este sector, más que cualquier otro país. En 2022, el gasto militar estadounidense llegó a los USD877 000 millones, lo que representa el 39% del gasto militar total a nivel mundial, una cifra que es tres veces mayor que la cantidad invertida en China, el segundo país en la lista.

Finalmente, en lo que respecta al gasto militar en América Latina, Brasil encabezó la lista como el país que más invirtió en defensa. A nivel mundial, se posicionó en el puesto número 17, con un gasto de USD20 200 millones, lo que representa el 1.1% del PIB brasileño.