¿Cómo influyen las emociones en las decisiones financieras?

Con las festividades navideñas a la vuelta de la esquina, millones de personas se preparan para aprovechar promociones y adelantar sus compras. Sin embargo, detrás de cada decisión de compra, las emociones juegan un papel crucial que puede impactar el bienestar financiero a largo plazo.

Las emociones son un motor poderoso en la toma de decisiones. Desde la ansiedad hasta la euforia, los sentimientos pueden llevarnos a realizar compras impulsivas, muchas veces alejadas de la lógica o la necesidad real. Esto lo estudian las finanzas conductuales, una rama de la economía que analiza cómo los sesgos emocionales afectan las elecciones económicas.

Omar Vega Salgado, experto fiscal y fundador de Accounthink, explica: “Las decisiones financieras deberían basarse en la razón, pero inevitablemente están influenciadas por las emociones, desde pequeños gastos hasta decisiones de ahorro.”

Un claro ejemplo de esto es el uso excesivo de promociones como los pagos a meses sin intereses durante eventos como el Buen Fin. Según un estudio de YouGov, el 64.3% de los mexicanos planea recurrir a esta modalidad para maximizar sus compras, lo que puede derivar en compromisos financieros a largo plazo impulsados más por deseos inmediatos que por necesidades reales.

Estrategias para decisiones financieras inteligentes

• Autoconocimiento emocional: Identificar cómo las emociones influyen en nuestras decisiones financieras. Reflexionar sobre los sentimientos antes de realizar una compra puede ser clave para evitar remordimientos posteriores.
• Planificación financiera: Establecer metas claras y desarrollar un presupuesto ayuda a mantener el enfoque en objetivos a largo plazo.
• Educación financiera: Comprender los conceptos básicos de finanzas personales proporciona herramientas para resistir decisiones compulsivas.
• Consulta con expertos: Buscar asesoramiento profesional en situaciones financieras complejas puede ofrecer una perspectiva objetiva y basada en datos.

Vega resume: “No tomes decisiones permanentes por emociones temporales.” Reconocer el impacto de las emociones y aprender a gestionarlas permite no solo tomar mejores decisiones financieras, sino también mejorar la calidad de vida y alcanzar metas a largo plazo.

Las festividades son momentos ideales para aprovechar promociones, pero también representan un reto para nuestras emociones. Encontrar el equilibrio entre satisfacer deseos inmediatos y cuidar la estabilidad financiera puede marcar la diferencia entre un gasto inteligente y un futuro financiero comprometido. La clave está en informarse, planificar y, sobre todo, mantener el control emocional en cada decisión.