¿Por qué es cada vez más difícil para los jóvenes obtener una vivienda?
La propiedad de vivienda es un desafío global para los jóvenes debido a salarios estancados, deuda estudiantil y costos en aumento.
La dificultad de los jóvenes para adquirir una vivienda propia ha crecido notablemente en distintos países. Dependiendo la región, los jóvenes enfrentan obstáculos como el alza en los precios de las propiedades, salarios estancados y deudas estudiantiles.
Según un estudio reciente en Estados Unidos, el 65% de los jóvenes de entre 25 y 35 años dependen del apoyo de familiares para acceder a una vivienda, una realidad que refleja una creciente crisis en el acceso habitacional.
El aumento desproporcionado en el costo de las propiedades, combinado con salarios que no han crecido al mismo ritmo, ha hecho que la propiedad sea un sueño lejano para muchos. En México, por ejemplo, los precios de la vivienda han aumentado 42% en términos reales en los últimos 16 años, mientras que el salario promedio cayó un 21%. Este fenómeno es aún más pronunciado en ciudades como Madrid y Baleares, donde los costos superan los 4 000 euros por metro cuadrado, un incremento del 56% desde 2014.
Otro factor que influye es la deuda estudiantil. En EE.UU. UU., el peso de estos préstamos limita la capacidad de ahorro para el pago inicial de una propiedad y reduce las oportunidades de obtener una hipoteca. Para enfrentar esta carga, muchos jóvenes recurren a la ayuda económica de sus padres, o incluso a la compra conjunta de una propiedad con amigos o familiares. Este respaldo permite distribuir gastos, pero evidencia una dependencia económica que no era común en generaciones pasadas.
La “financiarización” de la vivienda también es un problema importante. Este proceso convierte la propiedad en un activo financiero en lugar de una necesidad básica. En México, empresas como La Haus promueven la inversión en pequeñas porciones de propiedades, y en España, el déficit de 600,000 viviendas muestra que el mercado inmobiliario actual está orientado más a los rendimientos financieros que a satisfacer la demanda de viviendas asequibles.
La situación actual en el mercado inmobiliario evidencia que la falta de vivienda asequible y el incremento de los precios de propiedades es un problema sistémico que afecta a jóvenes de diversos países. Si no se toman medidas para enfrentar este desafío, el sueño de una vivienda propia seguirá siendo inalcanzable para muchos.