Cómo prevenir el deterioro cognitivo
Prevenir el deterioro cognitivo es posible siguiendo estrategias clave que reducen el riesgo de desarrollar demencia y mejoran la calidad de vida en la adultez.
El deterioro cognitivo asociado a la demencia es un problema de salud global que afecta a millones de personas y está en constante aumento. Dado el incremento en su prevalencia, la prevención se ha convertido en una prioridad para mitigar los efectos a largo plazo. Estudios recientes sugieren que hasta el 45% de los casos de demencia podrían evitarse si se gestionan adecuadamente los factores de riesgo.
Para reducir la probabilidad de desarrollar demencia, los expertos recomiendan adoptar ciertas medidas preventivas que contribuyen a mantener un cerebro saludable. Entre ellas, destacan las siguientes cinco claves:
- Realizar controles de audición para detectar y tratar la pérdida auditiva,
- Mantener una dieta equilibrada y controlar el colesterol,
- Proteger el cerebro de traumatismos,
- Mantener una vida social activa,
- Hacer ejercicio físico regular.
Diversas investigaciones también subrayan la importancia de abordar factores sociales y ambientales. En regiones como América Latina, donde el acceso a servicios de salud es limitado, el aislamiento social y la falta de atención médica adecuada aumentan los riesgos de demencia. Los estudios recomiendan políticas públicas enfocadas en garantizar un envejecimiento saludable y combatir la soledad en la vejez.
Aunque no existe una cura para la demencia, adoptar hábitos saludables y llevar a cabo controles periódicos pueden ser clave para prevenir o retrasar su aparición. El enfoque preventivo no solo es viable desde el punto de vista económico, sino que mejora la calidad de vida de millones de personas alrededor del mundo.