whatsappCompartir facebookCompartir twitterTwittear emailE-mail
copiarCopiar url
Share 20
Comunicación y +As
Campaña Rise
Campaña Rise
Campaña Rise

La contaminación atmosférica también afecta la salud mental de las personas

Un estudio reveló que los contaminantes en el aire pueden estar directamente relacionados a la incidencia de depresión y ansiedad.

La contaminación atmosférica también afecta la salud mental de las personas
La contaminación atmosférica también afecta la salud mental de las personas

La vinculación entre la contaminación del aire y enfermedades cardiovasculares y respiratorias ha sido reconocida desde hace tiempo, pero ahora se suma una preocupación adicional: la salud mental.

Un estudio publicado en JAMA, la revista de la Asociación Médica Estadounidense, revela que la exposición prolongada a niveles elevados de contaminación atmosférica aumenta el riesgo de depresión tardía en personas mayores, ampliando así la percepción de los riesgos asociados con la polución del aire.

Este impactante descubrimiento se basa en el análisis de datos de casi nueve millones de beneficiarios de Medicare en Estados Unidos, llevado a cabo por investigadores de Harvard y la Universidad de Emory. Más de 1,52 millones de individuos mayores de 64 años fueron diagnosticados con depresión entre 2005 y 2016, estableciendo una conexión preocupante entre la exposición a partículas finas, dióxido de nitrógeno y ozono, y la salud mental de la población estudiada.

Asimismo, otro estudio publicado en la misma revista reforzó estos hallazgos, evidenciando que incluso niveles bajos de contaminantes del aire pueden estar asociados con una mayor incidencia de depresión y ansiedad. Realizado por investigadores de Gran Bretaña y China, el análisis de casi 390,000 personas durante 11 años mostró un aumento en el riesgo de trastornos mentales, aun cuando los niveles de contaminación estaban por debajo de los estándares británicos.

Estos hallazgos refuerzan la urgente necesidad de políticas que busquen mejorar la calidad del aire en las ciudades, no solo por los problemas de salud tradicionalmente asociados con la contaminación del aire, sino también por los riesgos crecientes para la salud mental y cognitiva de la población. La contaminación, una amenaza silenciosa, exige una atención renovada y acciones concretas para proteger la salud integral de la sociedad.