¿Reducción de la jornada laboral podría mejorar la salud?

De acuerdo con datos calculados por The World of Statistics, en el transcurso de nuestra vida, se estima que dedicamos en promedio unos 12 años al trabajo.  Esta estadística se convierte en el punto de partida para el ambicioso objetivo de algunos gobiernos por disminuir gradualmente la jornada laboral, sin que esto afecte los salarios.

En España, esperan que para el 2026 la jornada reduzca de las actuales 40 horas semanalas a 35 horas. En México y Chile, ya se trabaja en reformas laborales que disminuyan las jornadas de trabajo a 40 horas semanales.

La reducción de la jornada laboral, implementada con éxito en países como Francia, Islandia y Bélgica, no solo ha mejorado el rendimiento de las empresas, sino que también podría generar beneficios para la salud de los trabajadores.

¿Trabajar menos mejora la salud?

 Aunque cada caso es único, existe evidencia que sugiere que la reducción de la jornada laboral podría prevenir problemas físicos y mentales asociados al exceso de trabajo, como el estrés, la falta de sueño y una mala alimentación.

Un estudio realizado en 2022 por People at Work reveló que casi siete de cada diez trabajadores en España experimentan estrés laboral al menos una vez por semana, lo que podría contribuir a problemas de salud como migrañas, presión arterial alta o enfermedades cardíacas.

Asimismo, una extensa jornada laboral puede afectar el descanso y la calidad del sueño, lo que, a su vez, puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar las probabilidades de enfermarse después de estar expuesto a un virus.  Además, la falta de tiempo para planificar comidas saludables conduce a una mala alimentación, que puede resultar en problemas graves de salud como obesidad, hipertensión y deterioro de la memoria, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo.

La reducción de la semana laboral podría ofrecer amplios beneficios para la salud, siempre que la carga de trabajo también se reduzca. El reciente caso de éxito en el Reino Unido, donde 61 empresas implementaron la semana laboral de 4 días con salarios intactos, demuestra que una disminución en las horas de trabajo no solo mejora la calidad de vida de los empleados, sino que también puede mantener o incluso aumentar la productividad empresarial.