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¿Por qué fueron tan mortales las lluvias torrenciales en España?

Las inundaciones en Valencia, provocados por la DANA, han sumado más de 200 víctimas y evidencian fallas de prevención ante fenómenos extremos.

¿Por qué fueron tan mortales las lluvias torrenciales en España?
¿Por qué fueron tan mortales las lluvias torrenciales en España? Imagen: Óscar Corral

El temporal en España dejó al menos 217 fallecidos, siendo Valencia la región más afectada con 213 víctimas mortales. La tragedia ha movilizado al ejército y los cuerpos de seguridad, mientras el país sigue en estado de shock. Las autoridades advierten que el número de víctimas podría aumentar conforme se recupera el acceso a áreas bloqueadas por lodo y escombros. La situación ha encendido una discusión sobre las medidas de prevención y la respuesta ante emergencias climáticas en el país.

Las lluvias intensas que azotaron Valencia alcanzaron cifras récord de hasta 500 litros por metro cuadrado, lo que sobrepasó la capacidad de absorción del suelo y desbordó cauces de agua. Estas precipitaciones extremas, provocadas por una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), producen torrentes repentinos que arrasaron con barrios enteros. Los expertos destacan que la rapidez de la crecida limitó las posibilidades de respuesta, sorprendiendo a muchos residentes en plena vía.

Uno de los factores que agravaron el desastre fue la falta de previsión. Aunque la Agencia Estatal de Meteorología emitió alertas, las medidas de protección llegaron demasiado tarde. Al momento de los avisos, la riada ya había causado graves daños y se reportaron víctimas atrapadas en sus vehículos o intentando proteger sus viviendas de la inundación. La falta de evacuaciones oportunas y de coordinación entre los gobiernos central y regional ha generado críticas.

Además del fallo en la previsión, el urbanismo desorganizado en la costa mediterránea ha empeorado las consecuencias. Durante décadas, se han construido viviendas y barrios en zonas inundables y cauces de ríos temporales, sin considerar el riesgo que representan las crecidas. Este problema histórico ha convertido a algunas áreas residenciales en puntos vulnerables ante fenómenos naturales como el de esta semana.

El cambio climático también juega un papel crucial en esta tragedia, intensificando los fenómenos de DANA en el Mediterráneo. Con las temperaturas más altas del agua en la región, las tormentas son cada vez más intensas, descargando mayores volúmenes de agua en menos tiempo. Los expertos advierten que eventos como estos serán más frecuentes y devastadores si no se toman medidas para mitigar el impacto del calentamiento global.

En medio del duelo, esta catástrofe exponen la necesidad de reevaluar las políticas de prevención y gestión ante fenómenos naturales cada vez más intensos. Expertos y autoridades reconocen que, en un contexto de cambio climático, España debe implementar protocolos más efectivos y unificadores, además de concienciar a la ciudadanía sobre las alertas tempranas y el riesgo de asentarse en zonas inundables. Este desastre ha dejado una huella profunda, no solo en términos de vidas perdidas, sino también en las lecciones sobre adaptación, prevención y responsabilidad compartida que el país debe asumir para evitar una tragedia similar en el futuro.