Cómo se contagia la viruela del mono: síntomas y prevención

La viruela del mono, también conocida como viruela símica, ha sido declarada una emergencia de salud pública de importancia internacional por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aunque esta enfermedad viral se había limitado mayormente a África central y occidental durante décadas, en 2022 comenzó a propagarse en Europa y América del Norte, lo que llevó a la OMS a emitir una alerta global.

Aunque la viruela del mono es menos grave que la viruela tradicional, su expansión reciente y la aparición de cepas más peligrosas han generado preocupación en la comunidad sanitaria mundial.

Síntomas característicos de la viruela del mono

Los síntomas de la viruela del mono suelen ser similares a los de la viruela, aunque menos severos. La enfermedad comienza con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, y fatiga. Un rasgo distintivo es la inflamación de los ganglios linfáticos, que no se observa en la viruela tradicional. Aproximadamente tres días después del inicio de la fiebre, aparece un sarpullido que se extiende por la cara y el cuerpo, evolucionando hacia lesiones cutáneas que forman costras.

El periodo de incubación varía entre 7 y 14 días, y la enfermedad puede durar entre 2 y 4 semanas. Es crucial que las personas con síntomas sospechosos consulten a un médico para prevenir complicaciones.

Formas de transmisión del virus

El virus de la viruela del mono se transmite principalmente a través del contacto directo con fluidos corporales, lesiones en la piel, o materiales contaminados como ropa o sábanas. El contagio puede ocurrir por contacto estrecho con personas infectadas, incluyendo relaciones sexuales o besos, así como por inhalación de gotículas respiratorias en espacios cerrados. Aunque el riesgo de transmisión a la población general es bajo, es importante evitar el contacto cercano con personas que presentan síntomas y seguir las recomendaciones de las autoridades de salud.

Prevención y control de la viruela del mono

La prevención de la viruela del mono depende en gran medida de la educación sobre los factores de riesgo y la reducción de la exposición. La OMS recomienda evitar el contacto con animales que puedan albergar el virus, como roedores y primates, especialmente en áreas donde la enfermedad es endémica. Además, es crucial cocinar adecuadamente la carne y evitar el contacto con fluidos corporales de personas infectadas. En cuanto a la vacunación, aunque existe una vacuna eficaz, su disponibilidad es limitada, lo que subraya la necesidad de medidas preventivas adicionales.

La propagación de la viruela del mono representa un desafío significativo para la salud global. Aunque menos letal que la viruela, su capacidad de transmisión y la aparición de nuevas cepas más peligrosas requieren una vigilancia constante y una respuesta coordinada a nivel internacional.